El diseño centrado en las personas en entornos educativos
Escrito por Fernando Mayoral G.
7/16/20252 min leer


Como diseñador para la comunicación gráfica y experto en ergonomía, casi siempre me llama la atención comprender cómo los espacios y los entornos impactan en nuestra comodidad al momento del aprendizaje. Por eso, hoy quiero reflexionar sobre el siguiente tema: la importancia del diseño centrado en las personas dentro de los entornos educativos.
Cuando inicié como profesor universitario, hubo una ocasión en que no contaba con un salón o aula de clase asignada para ese horario en específico y decidí junto con los alumnos trasladarnos a una área tranquila al aire libre, bajo la sombra de un árbol. Al principio me pareció una idea diferente y tal vez atractiva, pero pronto me di cuenta junto con mis estudiantes de que sin sillas, pizarrón, escritorio y un espacio cerrado para una buena acústica, la comodidad y la concentración por un tiempo se verían afectadas. Yo tuve que levantar mucho la voz para que la mayoría escuchara y ellos debían tomar apuntes y resultaba una tarea complicada. Esta experiencia me enseñó que el entorno es clave para que un proceso de aprendizaje sea efectivo, y que los espacios bien diseñados con características funcionales para un salón de clases debe ser una inversión fundamental para la educación óptima y adecuada.
🏫 Por qué es relevante el diseño centrado en el usuario:
Cuando hablamos de aulas, laboratorios o espacios universitarios, muchas veces pensamos solo en la tecnología o el mobiliario. Sin embargo, la verdadera diferencia la hace una visión integral que considere a quienes utilizan el lugar a diario: estudiantes, docentes, personal administrativo y mantenimiento.
Diseñar con criterios ergonómicos significa adecuar el entorno a las capacidades y limitaciones humanas, facilitando posturas saludables, comodidad visual y auditiva. Esto no solo evita lesiones y fatiga, sino que también aumenta la concentración y la motivación para aprender.
💡 Un ejemplo práctico:
Imaginemos un aula con asientos incómodos como bancos sin respaldo, poca iluminación artificial o natural y sin ventilación. En ese escenario es difícil mantener la atención por más de una hora. Por el contrario, un espacio bien planeado, con iluminación adecuada, muebles ajustables, buena acústica y señalética clara y fácil de comprender favorece la participación y el bienestar de todos.
🚀 Lo que podemos hacer:
Como profesionales, ya sea en diseño, ingeniería, arquitectura o comunicación visual, tenemos la oportunidad de:
* 💬 Escuchar a quienes utilizan estos espacios.
* 🧠 Investigar sus necesidades reales.
* ✏️ Proponer cambios sencillos pero efectivos que mejoren su experiencia.
✨ Te invito a reflexionar:
La próxima vez que estés en un salón de clases, una biblioteca o un espacio de trabajo como una oficina, observa atentamente: ¿Ese entorno facilita o dificulta las actividades que se realizan ahí?
Compartamos ideas y experiencias para seguir mejorando los lugares donde aprendemos y crecemos.
💬 ¿Qué opinas tú?
Me encantaría leer tus experiencias. ¿Has tenido malas experiencias en espacios educativos u otro lugar público?¡Comparte tu historia en los comentarios!